En el blog Nobama han calificado de Congreso Búlgaro a la Convención Demócrata de Denver, supongo que lo hacen en referencia a un Congreso del Partido Comunista Búlgaro en tiempos de Todor Yivkov, en el que las tesis y los cargos de dirección se adjudicaron por un número de votos superior al de los asistentes, y se decía que los búlgaros, que tienen un extraordinario sentido del humor, susurraban en la intimidad de sus hogares que allí habían votado hasta las butacas del Palacio de los Congresos de Sofía. En Cuba, habríamos dicho que habían votado hasta los muertos en las guerras de independencia. O quizás, porque recientemente en España se estuvo hablando de Congreso Búlgaro en referencia al celebrado en Valencia por el Partido Popular.
Lo cierto es que el cartelito se lo ganan las reuniones en las que para los organizadores los debates no son bienvenidos, ni les gusta que se les cuestione lo que ya tienen preconcebido de antemano. Su único objetivo es la aclamación y la devoción. En este caso para quien los jerarcas que ahora reinan en el Partido Demócrata habían decidido de antemano que sería el candidato presidencial de ese partido. Nada de voces disidentes ni fórmulas alternas.
Para los que nacimos en Cuba y vivimos la mayor parte de nuestra adultez allí y vimos desarrollarse, algunos desde adentro y la mayoría como yo desde las gradas, los Congresos del Partido Comunista; esto nos parece familiar. Nada se deja a la espontaneidad, todo está previsto y pautado. Hasta aquello que se supone que es un acto de conciencia individual como es la votación. No en Denver. No en la Habana.
La gran diferencia, gracias a Dios, es que este no es un estado totalitario, es “la tierra de los hombres libres y el hogar de los valientes” como cierra el himno norteamericano. Y de demostrárnoslo se han encargado muchos hombres y mujeres demócratas presentes en Denver, los que junto a otros fuera del cónclave, portando carteles y expresando a viva voz su desacuerdo se han encargado de recordarle a Howard Dean y a sus secuaces, que esta no es la Bulgaria ni la Cuba totalitarias.
Esta noche, el “ungido” será elevado a la categoría de “Deidad“ e ingresará al Olimpo en el templo “Potemkin” que han creado para él los jerarcas del partido en el estadio Invesco. Acompañado de la música celestial que ofrecerá una constelación de estrellas del rock como Bruce Springteen, Bon Jovi y Sheryl Crow; uno de sus preceptores e inspiradores Jimmy Carter y quizás, todavía no es seguro, la reina de la TV jabonera Oprah Winfrey; nuestro ZeusApoloPalasAtenea, en fin la simbiosis de todo el panteón, Barack Hussein Obama, nos dejará escuchar su palabra maravillosa donde acepta ser más que el candidato, ya el Presidente, el Elegido, Ciudadano del Mundo y Esperanza de la Humanidad. Adelanto que mañana tendremos una grave confusión geográfica al no poder definir con claridad dónde fue la elevación, si en Denver, en la Habana o en Pyongyang.
Ya escucho a lo lejos las voces que convocan desde todos los rincones y que como eco amplificado nos devuelven las montañas de Colorado: Todos a la Plaza con Barack…¡Ups! Perdón, quise decir Todos al Invesco con Barack…
Diego Rodriguez-Arche
Denver, Colorado
28 de agosto de 2008
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